Hanneke de Bruijne una mujer de los Países Bajos fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en 2008, y pronto sus células nerviosas dejaron de funcionar, quedando totalmente paralizada. Ahora es la primera persona en el mundo en estar equipada con un nuevo tipo de implante cerebral que permite a los pacientes que no pueden hablar o moverse comunicarse usando solamente sus pensamientos.
El nuevo implante, funciona por medio de una interfaz de computadora para ayudarla a deletrear palabras y frases, puede usarlo en cualquier lugar, lo que le permite comunicarse con personas del mundo exterior, sin médicos expertos para ayudar.
“Este es el primero en el mundo”, dijo Nick Ramsay el neurocientífico y principal investigador, de la University Medical School de Utrecht. “Es un sistema completamente implantable que funciona en casa sin necesidad de que ningún experto lo haga funcionar”.
Antes de que Ramsey conociera a Bruijne, ella se comunicó usando un sistema que rastreaba sus movimientos oculares, permitiéndole seleccionar ciertas palabras y letras en una pantalla de computadora para formar oraciones. Pero incluso esto podría haber sido una medida temporal ya que una de cada tres personas con ELA finalmente pierden la capacidad de mover los ojos.
Ramsay quería averiguar cómo construir un sistema que no dependiera de ningún tipo de movimiento físico en absoluto (el sistema que Stephen Hawking utiliza depende de que tenga control sobre los músculos de las mejillas). Esto significaba una cosa: un dispositivo de lectura mental.
El dispositivo se implanta quirúrgicamente en el cerebro, con dos electrodos colocados sobre la región de la corteza motora del cerebro, que controla el movimiento. Estos electrodos están conectados a un transmisor del tamaño de un marcapasos implantado en el tórax de Bruijne, y este transmisor es capaz de comunicarse de forma inalámbrica con un programa de computadora que se muestra en una pantalla frente a ella.
Cuando Bruijne ve la pantalla, ve un cuadrado moviéndose sobre las letras, cuando llega a la letra que desea debe imaginar moviendo su mano derecha para hacer clic en la carta. Por supuesto, no puede mover su mano derecha, pero su cerebro sigue produciendo la misma señal, y los electrodos pasan esta señal al transmisor, para pasar al programa de computadora.
Después de sólo seis meses de entrenamiento, Bruijne puede utilizar el sistema con 95% de precisión. Utilizar el dispositivo para comunicarse es todavía un proceso lento y puede tomar unos minuto deletrear una sola palabra.
El próximo objetivo de Ramsay es acelerar las cosas para Bruijne añadiendo más electrodos. Él prevé usar de 30 o 60 electrodos que podrían decodificar el lenguaje de signos o el habla interna mucho más rápido que el sistema actual.
