Un grupo de médicos en Ucrania han anunciado el nacimiento del primer niño del mundo en nacer con tres padres de una pareja infértil.
El niño, alumbrado el pasado 5 de enero, ha nacido a partir del resultado de nuevas técnicas médicas que permiten que el bebé sea concebido a partir del ADN de tres adultos. El procedimiento sigue provocando controversia entre algunos grupos contrarios pero, mientras este ha sido aprobado en Reino Unido como forma de evitar enfermedades genéticas, esta es la primera vez que se ha utilizado como un remedio para la infertilidad.
Un grupo liderado por el investigador en fertilidad Valery Zukin en la Clínica Nadiya de Kiev, ayudó a los padres a concebir haciendo uso de un tipo fertilización in vitro llamada transferencia pronuclear.
En este caso, la madre del bebé llevaba intentando concebir un niño desde hacía una década, probando numerosos tipos convencionales de fertilización. En estos, mientras que sus embriones eran fertilizados con éxito en cada tratamiento, estos morían antes de que pudiesen ser implantados en su vientre.
Para evitar que esto volviese a suceder, Zukin y su equipo desarrollaron un embrión híbrido, fertilizando el óvulo de la madre con el esperma de su pareja para luego transferir el pronúcleo resultante en el embrión de una mujer donante. Ese embrión se implanta en el útero de la madre, lo que hace que el bebé tenga identidad genética de ambos padres, junto con el ADN mitocondrial de la donante.
“Es el inicio de una nueva era”, dijo Zukin en una entrevista para The Times.
La donación mitocondrial, técnica que abarca la transferencia pronueclar, fue legalizada en 2015 en el Reino Unido en circunstancias de que el ADN mitocondrial de la madre no sea saludable, salvando así al bebé de desarrollar enfermedades genéticas.
Sin embargo, el uso de esta técnica como remedio contra la infertilidad causa mucha polémica. Aspectos como la seguridad alrededor de la donación mitocondrial o la perspectiva de que pueda ser llevado a cabo en clínicas privadas sin regulación, preocupa a los científicos.
“Si este niño se desarrolla sano, entonces estaríamos ante una buena noticia, aunque debemos de ser escépticos sobre los méritos de este tipo de donación cuando se utiliza una técnica de tratamiento de fertilidad tan poco ortodoxa” – explicaba Sarah Norcross, directora del cuerpo de ética Progreso Educational Trust.
Por ahora, el equipo de Zukin ha realizado numerosas pruebas genéticas al recién nacido y todo parece estar bajo los estándares de normalidad.
Si bien la técnica y la publicidad que la rodea puede dar esperanza a millones de padres que luchan en la actualidad por concebir de forma natural, los científicos aún tienen muchas dudas sobre esta.
